IL DOTTORE
El vuelo hacia el sur de Italia transcurrió sin inconvenientes. Jorge, se había abocado a leer unos folletos sobre Sicilia sin prestar atención al entorno, el avión no iba completo, le resultó muy fácil determinar quiénes eran los turistas y quiénes los pasajeros locales que volvían a sus hogares. Los primeros, casi todos, estaban vestidos con ropa holgada y liviana para soportar el duro calor siciliano. Generalmente, los turistas eran de cabello y piel más clara que los lugareños, además eran más bajos y de piel más oscura que los romanos o los italianos del norte. En eso, Jorge presentía que su tono de piel opaca, se parecía a un siciliano de pura cepa, aunque por su estatura, por su reluciente bronceado confundido con algún colombiano o caribeño de vacaciones. En ningún momento se le ocurrió imaginar las conexiones entre la mafia italiana y el narcotráfico colombiano, En general, en el avión reinaba un ambiente distendido y, por lo tanto, los sobrecargos no se habían molestado en correr el cortinado que dividía la clase plebeya de los aristócratas y ejecutivos de multinacionales que viajaban adelante, en el sector VIP. Por ese motivo, y como buen curioso que era, hizo un lento registro de ese sector de la nave. Eran pocos los viajeros en esa sección, todos hombres de traje y solamente una dama. Cuando Jorge más tarde pensara en el vuelo, volvería a referirse a ella siempre como "La Dama". La dama se destacaba de los demás por su porte. Aunque Jorge se imaginaba que seguramente sobresaldría en cualquier ámbito en que se moviera, sea cual fuera su círculo social. Estaba sentada en una posición muy erguida, lo que hacía que su cabeza se elevara por encima de los asientos, razón por la cual el argentino sospechaba que tendría una altura considerable. Jorge le veía, desde atrás, un tercio de perfil y no podía apreciar en detalle sus facciones. Sin embargo, el peinado atrevido de la pasajera, falsamente despeinado, con un breve flequillo que realzaba la línea de los ojos, dejaba entrever el aire de alguien acostumbrado a dar órdenes y a no ser cuestionada, en nada. Este policial, de alguna manera retoma el estilo de clásico policial inglés donde un cuidada, generalmente de la nobleza, en este caso fascista, debe dejar sus merecidas vacaciones para internarse en los vericuetos intrincados de la nueva mafia siciliana, con mano hábil va llevando a un médico a un laberinto muy peligroso y atractivo, compuestos el crimen organizado, el narcotráfico y el romance.