LA FELICIDAD VIVE EN EL CONURBANO. Por qué, según la ciencia, es más feliz una familia modesta que vive en Mortón que una millonaria que vive en Beverly Hills.
Este libro viene a confirmar, les diri?a que cienti?ficamente ?gracias a un sinfi?n de profesionales que lo estudiaron?, aquello que deci?an nuestros abuelos: ?La plata no hace la felicidad ?. Es ma?s, aparentemente, en muchos casos la aleja, segu?n vamos a ver en las pro?ximas li?neas. Este periodista, si bien tampoco puede explicar co?mo conseguir la felicidad, por lo menos les cuenta do?nde queda?.
?Yo me crie? en un barrio donde la gente sonrei?a todo el tiempo. La verdad es que no podri?a precisar el porque?, si tenemos en cuenta que era un barrio con grandes carencias. Pero sonrei?an. Y me refiero a los adultos, porque para los chicos, ya sabemos que la risa es un estado de gracia casi permanente. Se? que es tarea ma?s para un socio?logo que para un periodista, pero se me cruzo? la teori?a de que ahi? en Moro?n Sur (donde se lee ?Moro?n Sur?, po?nganle tranquilamente ?Lanu?s Oeste?, ?Moreno?, ?Macachi?n en La Pampa? o ?Tartagal en Salta?, la idea es la misma, el concepto no cambia) se mantiene el perfil de ?feliz con poco, pero con aspiraciones?, que pregonaban nuestros viejos y sus vecinos, que ahorraban para terminar la casita y, mientras, disfrutaban como todo un acontecimiento una escapada a Luja?n. Les propongo algo: dense una vueltita, un domingo, por cualquier camping improvisado al costado de la avenida General Paz, por la ?olla? de Ezeiza o el Parque Pereyra Iraola. Despue?s paseen un rato por algu?n exclusivi?simo barrio de la Capital Federal. Hasta pueden meterse en un shopping con las marcas ma?s caras. A la vuelta, cue?ntenme do?nde vieron ma?s gente rie?ndose fuerte, con chistes a grito pelado y la palmada confianzuda. Van a coincidir conmigo: las risas quedaron para los menos pudientes... que todavi?a pueden amasar un suen?o?.