En las páginas de este libro habitan reyes, reinas, artistas, filósofos, asesinos seriales; en general, gente que trascendió, muchos de los cuales ingresaron en los anales históricos a fuerza de codazos. La mayoría de ellos llegó al poder subiendo por sobre las cabezas de los otros y, una vez allí, fácilmente se convirtieron en déspotas que no querían perder sus privilegios. No faltan los amantes infortunados -como Abelardo y Eloísa- ni la glamorosa biografía de una mujer fatal y doble espía de la Belle Époque. La única diferencia con un libro de historia más convencional es el tono. Este no es un libro formal y decoroso, sino más bien irreverente e, incluso, insolente. Lo que sí aseguramos es que no mentimos, asegura su autor, Santiago Varela, quien cuenta lo que sucedió de forma tal de lograr una sonrisa del lector, porque entiende que esa sonrisa no le impedirá enterarse de cosas y hechos, que muchos desconocen y otros pretenden que ignoremos