HASTA QUITARLE PANAMA A LOS YANQUIS
'No conocía Constitución antes de leer este libro y me han entrado unas ganas locas de no ir. El mundo de la bailanta no es así. Los paraguayos no somos así. La vida no es así, ni las mujeres son tan fáciles. Y supongo que tampoco Buenos Aires será como la cuentan acá.Sin embargo, pese a los estereotipos, hay algo invisible que me sostuvo aferrado hasta la última página. ?ste muchacho es un poeta. Atractivo, todo este mundo salvaje y prehistórico, ridículo por naturaleza, cumbiantero a morir; sexo mutilado y a borbotones con indígenas militantes; gays escondidos bajo un traje machista; ambiciosos dramaturgos y football players; sosos panfletos socialistas... No hay dudas de que el tal Cucurto (del cual ni siquiera sé el nombre real, ¿no será un agente de la CIA?) muestra la hilacha como si nos mostrara sus gigantescos testículos llenos de semen. Nos toma el pelo, con su aire sarcástico y convencional.Saludo entonces desde el naranjal paraguayo a este poeta extraordinario, a este niño-hombre a quien nadie puede creerle ni una sola de las muchas palabras que pronuncia.' Humberto Anachuri'