EL SILENCIO DE LOS LIMONEROS
¿Qué había originado su tristeza? Se dio cuenta, entonces, de que esa noche hacía justo un año que su padre la había violentado. Se incorporó; apretó las piernas contra el pecho y el llanto brotó incontenible. Como tantas otras veces, un sordo aullido brotó de su boca.
En la finca de los Bellafonte el brillo del sol apenas alcanza a desvanecer las sombras que cubren la vida de Mercedes, que vive atrapada en una red de vínculos familiares rotos en los que su padre, don Demetrio, ejerce el poder y la dominación; y cruza los límites más atroces. Abusos emocionales y físicos, consumados en el silencio y la oscuridad del hogar, que reflejan un sistema que perpetúa la impunidad de los hombres sobre las mujeres.
Con una cruda y explícita trama, El silencio de los limoneros invita a reflexionar sobre los múltiples rostros de la violencia, cicatrices invisibles que dejan los sometimientos en medio de la lucha silenciosa por la dignidad y la autonomía. Esta historia se alza como un llamado a no callar, a no dejar que el abuso defina nuestras vidas y también a encontrar la valentía de reescribir nuestros propios destino