LA DUNA
En esta obra, una gigantesca duna recorre los campos de Trenque Lauquen, una pequeña población de la provincia de Buenos Aires, abrasando los pastos, los cultivos, obligando a marcharse a muchos pobladores. Como si tuviese vida propia, o como si la dirigiese alguna voluntad, la duna va trazando en su recorrido una asombrosa figura. Hay varias maneras de desactivarla. Una es cazarla como a una fiera, para lo que el ingenio humano discurre una trampa descomunal. La otra se dice más deprisa, pero es más compleja: consiste en entenderla. Alrededor de la duna va y viene una variada galería de personajes. Vemos, con el telón de fondo de la Campaña al Desierto, indios que están siendo exterminados, soldados que luchan a cambio de áridas tierras, familias de colonos que se enfrentan a la fatalidad y a la barbarie, sacerdotes decididos... La duna, a la vez que una fascinante recreación histórica, es una metáfora del misterio de la existencia.