AFECTIVIDAD EN LA ESCUELA
La escuela es constructora de subjetividad, transforma profundamente nuestras vidas. Carina V. Kaplan nos propone en este libro traspasar las barreras que separan lo cognitivo académico de lo vincular sentimental, mostrando el lado más humano de la escena escolar: lo que se teje a través de los lazos emocionales.
Nos enfrentamos al desafío de construir una sociedad de reciprocidades mediante una educación que consista en que cada sujeto pueda cuidar de sí, hacer algo por sí mismo y ayudar a los demás. Lo que sentimos no es tan solo un estado íntimo sino también una cuestión social, pública y colectiva. El objetivo es alcanzar una justicia afectiva para que las infancias y juventudes, sin distinción, ejerzan su derecho al amor y al cuidado.
La escuela, territorio de esperanza, tiene un papel innegable en la fabricación de soportes afectivos que construyan autoestima social y educativa. Una escuela centrada en la afectividad repone algo del orden de la humanidad resquebrajada.
¿Por qué el amor es importante para la educación? Este libro avanza sobre esta pregunta pero, más importante, se arriesga a una respuesta.