CLINICAS DEL CUERPO
El inconsciente no solo se ubica entre las palabras ?su retórica y su lógica? y los objetos de pulsión. Silvia Amigo había ya demostrado en libros anteriores que el cuerpo y el inconsciente se constituyen ambos de modos y en tiempos específicos: las tres identificaciones. En este último libro estudia una condición particular para que la articulación de dos naturalezas que nada liga entre sí ?el significante y el objeto? pueda hacerse: el incorporal. En efecto, el objeto a de Lacan no es solo el objeto de pulsión de Freud. Este es su vestimenta erógena, pero para que lo sea, ha debido pasar por una serie de actos y efectos que no son obvios y no están ni decididos ni asegurados desde el comienzo. La clínica de esta lectura de Lacan aparece en el libro en el tratamiento que la autora hace de Hamlet y de la joven homosexual. Lectura precedida por una revaloración de la noción freudiana de Liebesversagung, rehusamiento o frustración de amor, que Lacan mostrara en su tiempo como fundamentalmente diferente de la frustración de goce. La conclusión de Silvia Amigo nos muestra cómo encontrar en Lacan las herramientas de una teorización plenamente estructural, pero no psiquiátrica, es decir condenatoria. Desde el comienzo teórico, explicando finamente por qué Lacan usa el número imaginario como montura del sujeto ?que coincide en Descartes con la postulación del cogito?, pasando por la demostración clínica de las difíciles construcciones toponodológicas del Lacan del ?77 y terminando con brío en una relectura de la clínica y la subjetividad de nuestra época, la autora nos muestra cómo ser analista de su propia experiencia.
Héctor Yankelevich